Africa es multilingüe. Todos los países que forman parte
de este continente poseen una riqueza lingüística enorme que se traduce en que
sus ciudadanos acostumbran a conocer varias lenguas y las emplean con
frecuencia en su cotidianidad. A los idiomas hablados en cada país, muchas de
ellas extendidas y compartidas por varios Estados, hay que añadir además el
idioma del país que durante mucho tiempo los colonizó, idioma que no sólo se
introdujo y pasó a estar en pie de igualdad con las ya habladas, sino que
además se estableció como lengua oficial o lengua común por parte de una etnias
que hablaban y hablan distintos idiomas y que necesitaban y necesitan un idioma
de referencia y comunicación para todas ellas.
Guinea Bissau es un buen ejemplo de ello. Antigua colonia
portuguesa, con poco más de un millón de habitantes, se hablan más de quince
idiomas, de las cuales predominan dos: el portugués y el croulo, que es un
idioma reconocido, de base portuguesa y que habla alrededor del 90% de la
población. De hecho, el crioulo es el idioma de comunicación interétnica, la
lengua franca de la mayoría de la población que se ha convertido también en una
más de las lenguas del país, hasta el punto de que ya es el idioma materno de
buena parte de la población. El portugués, por su parte, es lengua oficial,
idioma de la administración y también la que le da al país un rasgo identitario
al estar situado entre países –Senegal, Mali y Guinea Conakri- que tienen el
francés como lengua oficial, aunque compartida con otras.
Guinea Bissau forma parte de la Comunidad de Países de
Lengua Portuguesa (CPLP) y de la asociación de Países Africanos de Lengua
Oficial Portuguesa (PALOP), organismos ambos muy activos tanto en políticas de
cooperación económica como en materia de educación y cultura. Todos estos
países agrupados en el Palop tienen el portugués como lengua de enseñanza desde
la educación básica hasta la universitaria, lo que ha planteado desde hace años,
en el caso guineano, un arduo debate porque una gran parte de los niños que se
escolarizan en los primeros años de la educación no hablan portugués, sino que
la mayoría hablan crioulo, por lo que hay una parte de los pedagogos que
defienden que en el primer ciclo, en esos primeros años de contacto con la
escuela, el idioma a utilizar debería ser éste y el portugués se debería
integrar a medida que el alumno fuese avanzando de nivel.
El debate de las lenguas también se ha introducido en el
ámbito de la literatura. En general apareció en la mayoría de los países
africanos una literatura escrita propia ya en los años del colonialismo y que
se avanzó tras las correspondientes independencias. Había desde luego –y siguió
habiendo- una tradición oral bastante rica y en las múltiples lenguas que
incidía en los autores que comenzaban a escribir, pero a la hora de afrontar
una carrera literaria más “formal”, según los cánones occidentales, muchos
escritores se pasaron a las lenguas de la metrópoli –inglés, francés,
portugués, en castellano en el caso de Guinea Ecuatorial- en las que los
escritores se manejaban bien y en la que la mayoría, además, habían estudiado.
De este modo, se vinculaban también a una tradición más internacional.
Sin embargo, no es que las lenguas propias no se
hablasen, se mantenían en muchos casos como idiomas habituales de comunicación
y de literatura oral, incluso aparecieron autores que las utilizaba, aunque de
un modo marginal al principio. Pero al mismo tiempo hubo lenguas que han ido
ganando terreno, como el wolof o el swahili, y comienzan a ocupar su lugar en
la enseñanza, la administración y por tanto también en la literatura.
Es el caso del crioulo en Guinea Bissau. Lengua basada en
el portugués, que se distancia de ésta como dialecto y hablada también en Cabo
Verde y en la isla de Annobón, perteneciente a Guinea Ecuatorial, se reclama como idioma de cultura y desde muy
pronto se utiliza en poesía y en canciones. Ya a finales del siglo XIX y a lo
largo del XX se recopilan numerosas cantigas en crioulo. En un país de una gran
riqueza musical, no son pocos los griots,
cantores tradicionales al estilo de los juglares, que emplean este idioma en
sus cantos, muchos de ellos verdaderas crónicas cantadas con el Kumbé como melodía. Entre los griots famosos encontramos a Malan
Camaleon, Djafalu o Malé. El crioulo es la lengua en que cantan artistas que
realizan una labor de mestizaje musical impresionante, como Mû o Nino Galissa.
Durante los años del proceso de liberación del país, en
1975, son ya numerosos autores los que emplean el crioulo, además del portugués,
como lengua principal, aunque no única, de sus obras. Mención especial merece
José Carlos Schwarcz (1949-1977), que además de poeta era también cantor. La
lista de escritores es muy amplia: Aliu Bari, Armando Salvaterra, Djibral
Baldé, José Silva Monteiro, Serifo Mané, Hugo Monteiro o Adriano Gomes Ferreira
“Atchutchi”, entre muchos otros.
En todos ellos está presente la reivindicación del
crioulo como lengua de cultura, como parte de su país, de su identidad, de su
realidad social.
En este sentido, una de las principales autoras es Odete
Semedo, que además es una de las personas que más ha reflexionado sobre la
identidad, las lenguas y la cultura africana en general y guineana en
particular, se plantea la cuestión del idioma en su obra y se lo pregunta en un
poema: Na kal lingu ke N na skirbi nel,
en qué idioma escribir, verdadera declaración de intenciones para ella y para
varias generaciones de escritores guineanos:
Na kal lingu ke
n na skirbi
Ña diklarasons
di amor?
Na kal lingu ke
n na kanta
Storias ke n kontado?
Na kal lingu ke n na skirbi
Pa n konta
fasañas di mindjeris
Ku omis di ña tchon?
Kuma ke n na
papia di no omis garandi
Di no pasadas ku
no kantigas?
Pa n kontal na
kriol?
Na kriol ke n na
kontal!
Ma kal sinal ke
n na disa
Netus di no djorson?
…
Ña rekadu n na
disal tambi na n fodja
N e lingu di
djinti
E lingu ke n ka
ntindi
(¿En qué lengua escribir / las declaraciones de amor? /
¿En qué lengua cantar / las historias que oí contar? // ¿En qué lengua escribir
/ para contar los hechos de las mujeres / y de los hombres de mi tierra? /
¿Cómo hablar de los viejos / de las anécdotas y las cantigas? / ¿Hablaré en
crioulo? / ¡Hablaré en crioulo! / ¿Pero qué señales voy a dejar / a los nietos
de este siglo…? // Dejaré el recado en un pergaminos / en esta lengua lusa / que
mal entiendo)
Desde luego no es un problema que se dé sólo en África,
también se plantea en otros lugares, en Asia por ejemplo o en menor medida en
realidades latinoamericanas donde lo indígena posee un peso importante como
comunidades con voz propia. Pero es en África sin duda donde el debate es más
arduo e intenso, y que refleja bien a las claras la importancia cultural del
continente africano, un continente rico también en creatividad tanto en música
como en literatura.
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