Es un tópico: en España se desconoce e incluso se ignora todo lo que
ocurre en Portugal, a pesar de ser países vecinos y compartir un territorio, el
de la península Ibérica. De Portugal, en esta parte de la raya, hasta hace unos
años apenas se conocían las toallas, los azulejos, el fado y la Revolución de
los Claveles. Los informativos audiovisuales y la prensa escrita, incluso
ahora, no suelen recoger mucha información política o social de aquel país y es
posible que un español medianamente informado conozca los nombres de los
principales mandatarios europeos, pero desconozca los de Portugal. Claro que es
algo que se está corrigiendo. Poco a poco Portugal está más y más presente en
España, hay un mayor interés por su cultura y su realidad social, el turismo
español ha aumentado en las ciudades y pueblos vecinos e incluso ha comenzado a
aumentar el número de españoles que aprenden portugués, más allá de Galicia y
de la comarca extremeña de Olivenza, cuyos habitantes, por cierto, tienen
opción a la nacionalidad portuguesa, consecuencia del conflicto territorial,
sin duda apaciguado, entre ambos países.
En este sentido, hay que tener en cuenta que el portugués lo hablan en
este momento alrededor de 270 millones de personas en el mundo y el Novo Atlas da Língua Portuguesa, que se
ha presentado en la actual cumbre de la Comunidad de Países de Lengua
Portuguesa (CPLP) -Brasilia, el 31 de Octubre y 1 de Noviembre de 2016-, estima
que a finales de este siglo lo hablarán casi 500 millones de personas. Ha
contribuido sin duda a esta difusión el que dos de las potencias emergentes en
la economía mundial, Brasil y Angola, sean de lengua oficial portuguesa y
también a un mayor interés por la literatura escrita en dicho idioma, con
nombres reconocidos que, además del de Pessoa, ya se conocen en España, como los
de José Saramago, Lobo Antunes, Miguel Torga o José Luis Peixoto, entre otros
autores portugueses, o Mia Couta, de Mozambique, entre los autores africanos.
A esta difusión del portugués contribuyen el Instituto Camões,
presente en numerosos países, y los diversos Institutos de Cultura Brasileña,
también presentes en numerosas ciudades del mundo. Oficialmente O Camões - Instituto da Cooperação e da Lengua, Portugal, es un organismo
público dependiente del Estado que se creó en 1992, heredero del Instituto de
Cultura y Lengua Portuguesas. Además, Portugal dispone de una red de escuelas
portuguesas en las antiguas colonias, incluso en Macao, donde el idioma está
perdiendo influencia por la importancia de lenguas como el chino o el inglés. No
ocurre lo mismo en las colonias africanas, donde el portugués se mantiene con
fuerza y es la principal lengua de comunicación, aun cuando comparta espacio
con numerosos idiomas en cada uno de ellos, lo que en algunos casos, como el de
Guinea Bissau, ha creado un vivo debate sobre su empleo como única lengua
vehicular en la escuela ya que en dicho país está difundido en casi todo el territorio
el crioulo, lengua mayoritaria entre
la población.
Además, los países donde el portugués está presente se han dotado de
mecanismos de cooperación cultural, pero también político, económico y social a
través de organismos supraestatales. Uno es la ya citada Comunidad de Países de
Lengua Portuguesa, que celebra ahora su XI Cumbre de Jefes de Estado y de
Gobierno en Brasilia, Brasil. La constituyeron en 1996 Angola, Brasil, Cabo
Verde, Guinea Bissau, Mozambique, Portugal y Santo Tomé y Príncipe. En 2002
ingresó Timor Este, en paralelo a su proceso de independencia de Indonesia, y
Macao se unió en 2009. Asimismo, hay países que, por su relación histórica con
Portugal, se vinculan a este organismo como observadoras, tal es el caso de Mauricio
o Senegal. Guinea Ecuatorial mantiene lazos con este organismo dado que en la
isla de Annobón, antiguo enclave portugués, se habla un idioma cercano al criollo
de Santo Tomé y Príncipe, lengua que fue reconocida como oficial por el
gobierno ecuatoguineano, que decretó también el portugués como oficial. Como
nota a tener en cuenta hay que destacar que Galicia está presente en algunos
organismos del CPLP a través, entre otros, de la Academia Gallega de Lengua
Portuguesa (AGAL) y está en proceso que la Comunidad Autónoma se pueda
incorporar como observadora asociada, pendiente de aprobación por el Gobierno español.
Se está intentando reforzar esta institución y sobre la mesa hay incluso una
propuesta de Portugal de establecer una zona de libre circulación de personas
entre los países que lo conforman. Otro organismo es el PALOP (Países Africanos
de Lengua Oficial Portuguesa), fundado en 1996 y que ha creado mecanismos de
cooperación en todos los ámbitos entre los países que lo integran.
Resulta evidente que el portugués es uno de los idiomas más difundidos
y con un peso cultural enorme y diverso. Existen grandes medios de comunicación
que emplean este idioma, como el grupo RTP (Rádio
e Televisão de Portugal), con una cadena especializada en África,
RTP-África, o el grupo brasileño Globo. Por lo demás, en lo que a la península
se refiere, los lazos que crea una frontera son enormes, no sólo en Galicia y
en Olivenza, también a lo largo de toda la raya. Son lazos económicos, sociales
y culturales de gran importancia a lo largo de la historia y de profundo calado.
Podíamos remontarnos a la importancia de la poesía galaicoportuguesa o a los
años de unión real entre ambos reinos. Podemos hablar del movimiento iberista
del siglo XIX, muy presente en el republicanismo portugués y en ámbitos
progresistas en España. Unamuno afirmaba que cualquier español que se
pretendiera culto debía hablar como mínimo portugués, castellano y otra lengua
peninsular. Incluso en la actualidad se ha constituido un partido, Íber, que
recoge el guante del iberismo. Pero todo esto es, ahora mismo, otro debate.
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