El
periódico El Correo de Extremadura publica que en estos
momentos 15.000 personas estudian portugués en la comunidad autónoma
de Extremadura. Según Piedad Alvárez, delegada provincial de
educación en Badajoz, el gobierno de la Comunidad quiere ampliar el
número de alumnos que aprenden dicha lengua en los centros públicos
-tanto de primaria y secundaria como de Escuelas Oficiales de Idiomas
e Institutos de Lenguas Modernas- y hay previsto añadir nuevos
centros a los cinco que en estos momentos ofrecen una enseñanza
bilingüe, además de una mayor presencia del portugués en el Canal
Extremadura.
Después
de Galicia, Extremadura es ahora mismo la comunidad donde mayor
importancia se ha dado a la relación con el vecino país a través
de la difusión de su idioma y por tanto de su cultura. No es casual
que en esta región, en concreto en Badajoz, se halle el enclave de
Olivenza, que durante decenios fue causa de una reclamación
territorial por parte de Portugal, parecido al que España sostiene
con Gran Bretaña respecto a Gibraltar, y que ahora parece resolverse
no mediante enfrentamientos ni proclamas en foros internacionales,
sino a través de compartir idiomas, culturas e incluso
nacionalidades, al conceder Portugal la ciudadanía portuguesa a los
habitantes de Olivenza que lo soliciten.
A
todas luces estos planes de la Comunidad Autónoma de Extremadura,
junto a los desarrollados en Galicia, suponen un cambio en las
políticas educativas respecto a una lengua que debería contar con
mayor presencia en España. A nadie se le escapa que durante
decenios, por no decir siglos, la actitud de España hacia el vecino
Portugal ha sido de mera ignorancia, como si no existiera, como si
fuera una presencia invisible que ni siquiera aparecía -y que creo
que siguen sin aparecer- en los mapas del tiempo de los informativos
españoles. Esta ignorancia ha conllevado que apenas se supiera nada
de la realidad portuguesa, ya fuese de su cultura, de su modelo
social o de su política. A lo sumo, Portugal era aquel lugar donde
se podían comprar toallas de calidad a buen precio. No es extraño
que se intensificara no poco la actitud hostil, tradicional durante
generaciones -de Espanha nem bom ventos nem bom casamentos- y
que ahora, por fortuna, se diluye poco a poco.
Ya
no sólo se conoce algo más este país vecino, sino que se le visita
cada vez más y hay un mayor interés por lo que allí ocurre. En
este sentido, han aumentado las traducciones de literatura portuguesa
en España y poco a poco se citan otros autores, además de Pessoa.
Y el que haya aumentado el aprendizaje del portugués, que además se
habla en otros siete países de forma oficial y cuenta con una
presencia importante en Goa y Macau, es un síntoma de este cambio.
Para muchos españoles supone un descubrimiento percibir que hay un
país aquí al lado con una cultura importante y una realidad
atrayente. También el que haya unos debates sociales y políticos en
Portugal que han empezado a incidir en la realidad española. De ahí
que el interés de Extremadura por desarrollar estos lazos sean a
todas luces loable.
Se puede consultar la noticia en:
http://www.elcorreoextremadura.com/noticias_region/2016-05-05/1/14290/unos-15000-extremenos-estudian-portugues-en-centros-educativos-escuelas-de-idiomas-y-programas-formativos.html
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